Jesús A. Manzaneque

I.E.S. "Isabel Martínez Buendía" - Pedro Muñoz, Ciudad Real, Castilla-La Mancha, España.

lunes, 13 de abril de 2009

Evolución del ser humano - Homo ergaster


HOMO ERGASTER

Sabana africana y Asia y Europa desde hace unos 1,8 m.a.

El Homo ergaster, encontrado desde hace 1,8 hasta 1,4 m.a. en yacimientos del este y sur de África, alcanzó un grado de desarrollo cerebral y complejidad social y tecnológica que le hacía capaz de un comportamiento flexible y adaptable a nuevos recursos y circunstancias, a nuevos desafíos ecológicos. Su imagen era ya radicalmente diferente de la de los australopitecos.

Sus cráneos muestran un aumento del tamaño del cerebro (entre 800 cc y algo más de 1.000cc de capacidad craneal), son bajos y con la base del cráneo ancho; el esqueleto facial es menos prognato; y los molares son relativamente más pequeños.

El fósil más completo de Homo ergaster, hallado en 1984 por el equipo de Richard Leakey al oeste del lago Turkana, es el conocido familiarmente como el "niño del Turkana". Conserva casi todas las partes del esqueleto, a excepción de los huesos de las manos y de los pies, la estatura estimada al morir de este individuo era de unos 160 cm y se calcula que podría haber alcanzado una estatura de unos 180 cm cuando llegase a adulto. Por primera vez en la evolución humana nos encontramos con un tamaño corporal similar al de la humanidad actual. Este esqueleto también tiene una estructura corporal muy parecida a la nuestra: la proporción entre la longitud del húmero y el fémur es muy similar a la que tienen los humanos actuales (74%), y contrasta con la hallada para el fósil de Homo habilis (95%).

Hace 1,6 m.a. se intensificó la aridez del planeta y se expandieron aún más las sabanas en detrimento de los bosques tropicales. Homo ergaster estaba perfectamente adaptado a medios abiertos, consumía regularmente la carne de otros animales y, además, relacionado con esta especie apareció un nuevo tipo de tecnología mucho más elaborada, como los bifaces del Achelense o Modo Técnico 2, unos instrumentos altamente estandarizados.

Esta especie humana ya se encontraba en condiciones de expandir su distribución geográfica y salir por primera vez del continente africano. Fueron homínidos de este tipo quienes salieron por primera vez de África y a partir de ese momento la evolución de nuestro grupo se desarrolla a todo lo largo del Viejo Mundo. Una mandíbula y dos cráneos descubiertos recientísimamente en Dmanisi, Georgia, muestran que existían poblaciones humanas en el Caúcaso, a las puertas de Europa, hace más de un millón de años, probablemente hace algo más de 1,5 m.a. Los restos asiáticos de Homo erectus confirman también esa cronología para el primer poblamiento humano de Asia.

Diapositiva de Homo ergaster

Diapositiva de Homo ergaster


Vídeo de Homo ergaster


Evolución del ser humano - Homo habilis


HOMO HABILIS

Sabana africana desde hace unos 2 millones de años

El otro tipo de homínido que aparece con los parántropos en este momento de cambio climático, es el de los humanos. Con él se produce un aumento del cerebro y de la inteligencia, y se generaliza y perfecciona la talla de la piedra para la confección de instrumentos.

Los fósiles más antiguos del género Homo se pueden asignar a Homo habilis (entre 2,4 y 1,8 millones de años), caracterizada por un cerebro de mayor tamaño, un aparato masticador menos desarrollado y una forma craneal más similar a los humanos posteriores en el tiempo; pero el cuerpo de Homo habilis no era muy diferente al de los autralopitecos: seguían siendo pequeños y con piernas cortas.

El tipo de utensilios líticos que fabricaron nunca fue muy elaborado, se le atribuye la elaboración de las primeras industrias líticas de tipo Olduvayense o de Modo 1.

Diapositiva de Homo habilis

Diapositiva de Homo habilis

Diapositiva de Homo habilis

Vídeo de Homo habilis


ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LOS PRIMEROS HUMANOS
La estructura y el tamaño del cerebro

El cerebro humano tiene una estructura distinta a la de otros primates y en la superficie cerebral podemos localizar regiones que participan de forma especializada en diferentes actividades físicas o cognitivas. Debido a la especialización de las diferentes regiones del cerebro podemos observar grandes diferencias morfológicas en la estructura del cerebro de los humanos y los chimpancés.

En los Australopithecus y Paranthropus existe disparidad de opiniones sobre el grado de reorganización cerebral que tienen respecto de los antropomorfos. Sin embargo, todos los autores están de acuerdo en que Homo habilis y Homo ergaster ya tienen una morfología cerebral similar a la de humanos modernos y presentan las siguientes características:

El cerebro humano actual es muy asimétrico. La asimetría entre ambos hemisferios cerebrales esta relacionada con la lateralización cerebral, es decir, la especialización de cada una de las regiones cerebrales en distintas funciones. En los cráneos de los primeros Homo ya puede observarse esta asimetría cerebral.

El lóbulo frontal es responsable de algunas capacidades cognitivas exclusivas de los humanos o que en éstos están mucho más desarrolladas. Entre las funciones del lóbulo frontal se encuentran la de establecer la secuencia de movimientos del aparato fonador, el control de las emociones, la concentración, la planificación y anticipación, el control de la memoria... A lo largo de la evolución humana, el lóbulo frontal ha crecido en tamaño absoluto y en relación al resto del cerebro. Además, su superficie se ha hecho más compleja aumentando el número de surcos en su superficie.

Algunos autores relacionan el aumento del tamaño cerebral de los primeros humanos con las ventajas que les proporcionaría para desenvolverse socialmente dentro de un grupo, porque el tamaño del neocórtex respecto al resto del encéfalo está en función directa al tamaño del grupo social. También el mayor tamaño del cerebro se relaciona con el desarrollo de las capacidades lingüísticas en los primeros Homo, necesario para tener una mayor complejidad social.

El tipo de alimentación

El cerebro y el tubo digestivo son órganos energéticamente muy costosos y como vemos los humanos tenemos un cerebro más grande de lo que corresponde a un primate de nuestro peso. Sin embargo, los humanos tenemos un tubo digestivo menor al que nos corresponde. Según Aiello y Wheeler, la combinación que se da en nosotros de expansión cerebral y acortamiento de los intestinos sólo puede producirse cambiando la dieta hacia un alimento de fácil asimilación y gran poder calorífico. Los primeros humanos habrían incorporado las grasas y proteínas animales a su dieta y esto les permitió un mayor desarrollo del cerebro a expensas de otros órganos energéticamente muy costosos.

El aparato masticador

Las dimensiones del aparato masticador están muy relacionadas con el tipo de alimentación y con el tamaño del individuo. En Australopithecus afarensis el índice de megadoncia es el doble que entre los chimpancés, y es todavía mayor en Australopithecus africanus y Paranthropus (hasta tres veces mayor), pero en Homo habilis el valor vuelve a ser como el de Australopithecus afarensis, y en Homo ergaster el valor de megadoncia es similar al del chimpancé y al de la humanidad actual.

Los dientes de los primeros Homo son proporcionalmente más pequeños que los de Australopithecus y Paranthropus. Esto está relacionado con un tipo de dieta basada en recursos de mejor calidad y más energéticos y con la existencia de útiles líticos que les permitiera adquirir ese tipo de alimentos.

El desarrollo

Los humanos modernos tienen un desarrollo lento, alcanzan la madurez sexual muy tardíamente y tienen una larga esperanza de vida. El periodo de desarrollo de los humanos se prolonga hasta los veinte años, casi el doble de largo que entre los antropomorfos (chimpancés, gorilas y orangutanes).

Como demuestra el estudio de los incisivos del niño de Taung (Australopithecus africanus), en los primeros homínidos el ritmo de desarrollo era más similar al de los chimpancés que al de los humanos. Pero no disponemos de fósiles apropiados de los primeros Homo para estudiar el ritmo de desarrollo. El tamaño del cerebro está muy correlacionado con la longevidad y con la duración de las diferentes etapas de la vida, como el cráneo del niño del turkana tiene una capacidad cerebral intermedia entre los chimpancés y los seres humanos, podemos suponer que el ritmo de desarrollo también sería intermedio, y entonces habría muerto hacia los nueve o diez años. Homo ergaster tendría un tipo de desarrollo similar al de los humanos: lento y prologado.

Este ritmo estaría relacionado con las necesidades de desarrollo del cerebro y a su vez con la emergencia de la cultura y el lenguaje. Un largo periodo de desarrollo supone también un dilatado tiempo de aprendizaje.

El cambio ecológico y tecnológico

Homo habilis es la primera especie que no está ligada a un medio forestal, y habría habitado paisajes con espacios más abiertos. Este cambio ecológico provocó una serie de cambios, que van a permitir que sus descendientes acaben viviendo en toda clase de regiones, climas y ecosistemas. Este cambio de hábitat coincide con un gran cambio climático experimentado por la Tierra hace 2,8 millones de años. A partir de ese momento se iniciaron oscilaciones climáticas de gran amplitud, que influyeron en el clima del África ecuatorial y las masas boscosas se redujeran en beneficio de las sabanas y formaciones herbáceas.

El Homo habilis, junto a otras especies de mamíferos, se adaptó a esos nuevos ecosistemas de espacios abiertos. También cambió su nicho ecológico, y incorporó a su dieta la carne y grasas animales. Estos alimentos de gran calidad y fácilmente digeribles le proporcionaron la energía suficiente para desarrollar un cerebro mayor. El tamaño del cerebro le proporcionaron a Homo habilis unas mayores capacidades cognitivas y relacionado con esto, una mayor complejidad social en sus grupos. Por último, con Homo habilis aparecen los primeros instrumentos líticos (Olduvayense o de Modo 1), herramientas que permitirán a los humanos realizar toda una serie de actividades imposibles de realizar con sus dientes, como es cortar la piel y la carne de animales muertos o fracturar sus huesos para extraer el tuétano. Sea cual sea la forma de captación, mediante la caza o por el carroñeo, los instrumentos permitieron a Homo habilis cambiar su nicho ecológico e incorporar la carne a su dieta.


Iconografía Cristiana - La Adoración de los Magos


La Adoración de los Magos

Pedro Pablo RUBENS
1609-1628 / Museo del Prado, Madrid

Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo».

Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. «En Belén de Judea, –le respondieron–, porque así está escrito por el Profeta…»

Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: «Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje».

Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño… y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra.

Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.


Mateo 2, 1-12


domingo, 12 de abril de 2009

Evolución del ser humano - Introducción


Con esta entrada inicio la inclusión en este blog de los materiales que vengo utilizando en mis clases de Geografía, Historia, Arte y Cultura Clásica. En la mayoría de los casos son presentaciones de PowerPoint muy sencillas, con esquemas simples y materiales de apoyo (mapas, dibujos, fotografías y fragmentos de vídeo), por eso, teniendo en cuenta los variados interereses y nivel de quienes se acerquen hasta aquí buscando información sobre estos temas, los presentaré en otro formato, principalmente con el objetivo de poder añadir síntesis algo más complejas basadas en el temario que elaboré cuando preparaba las Oposiciones de Educación Secundaria.


INTRODUCCIÓN
Los escenarios de la evolución humana


A partir de los testimonios fósiles y de la información de que se dispone sobre los cambios en los climas y en la superficie de la Tierra es posible elaborar muchas historias distintas de la evolución humana.

Estas narraciones, basadas en datos reales y en hipótesis científicas, se denominan técnicamente “escenarios”. Aquí se presenta uno de los escenarios de la evolución humana que se considera hoy más compatible con los datos disponibles. Algunos de sus aspectos cambiarán sin duda en el futuro, refutados por los nuevos hallazgos, pero es probable que no varíe mucho la esencia del relato.

La evolución humana no es diferente de la de los otros tipos de animales, más que a una línea recta se parece a un arbusto muy enmarañado. La confusión aparente es un dato real: no ha habido una única evolución, sino muchas evoluciones.

Diapositiva de Introducción
("clickear" para ampliar)

Vídeo de introducción


ÍNDICE
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BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES


- A.A.V.V. Arte Rupestre en España. Revista de Arqueología, Madrid, 1987.
- A.A.V.V. Prehistoria. Vol. I Manual de Historia Universal Ed. Nájera, Madrid, 1984.
- ARSUAGA, J.L. y MARTÍNEZ, I. La Especie Elegida. Temas de Hoy, Madrid, 1997.
- ARSUAGA, J.L. El collar del neandertal. Temas de Hoy, Madrid, 1999.
- MENÉNDEZ, M., JIMENO, A. y FERNÁNDEZ, V. Diccionario de Prehistoria. Alianza, Madrid, 1997.
- MITHEN, S. Arqueología de la mente. Crítica, Barcelona, 1998.
- NOBLE, W. y DAVIDSON, I. Human Evolution, Language and Mind, Cambridge University Press, Oxford, 1996.
- TATTERSALL, I., DELSON, E., y VAN COUVERING, J. Encyclopedia of Human Evolution and Prehistory, Garland, Nueva York, 1988.
- WASHBURN, S.L. y MOORE, R. Del mono al hombre. Alianza Editorial, Madrid, 1986.

Además... Wikipedia y otros sitios en Internet.


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